Llega un día en el que la Vida no te deja ser «normal», hace tiempo que te encomendó una tarea, que habías pedido postergar, para intentar seguir siendo quien eras. Pero la Vida te empuja, amorosamente, casi sin darte cuenta. Otras veces te hace soltar con un zarandeo, otras veces te invita a saltar al vacío de la experiencia… No hay deprisa, no hay despacio, solo hay hacia adelante.
Y un día te encuentras lejos de lo que antes significaba prestigio y las palabras adquieren un nuevo significado. Y comprendes que hay una libertad más allá de defender tu personaje y simplemente te expresas sin buscar recompensa, con el único compromiso de amar a quien parezca estar delante, aunque sea en límites, aunque sea en silencio, aunque sea en perdón, aunque sea en distancia, aunque sea en abrazo.
Nada queda por defender.
Abierta a la radiante experiencia de abrirme, recibir, brindar y expresarme en Amor, pues eso es quien Ahora soy y me reconozco.
Silvia Gutiérrez – Desde Mi Ser
www.TerapiaSaludEmocional.com
(Autor de la imagen desconocido)
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